Por allá en el año 2001 el papa Juan Pablo II les dijo a los líderes de la Corriente Espiritual de la Renovación Católica del mundo que nosotros deberíamos ser “expertos” en la comprensión y en la posterior difusión de lo que es la teología y la pastoral de “Pentecostés”.

Desde ahí se convirtió para mi en un tema de trabajo e investigación permanente. Durante la pascua del 2020, en plena pandemia por el Coronavirus, más de 150 personas de 14 países participaron de este curso de 7 semanas -a propósito del sentido de la fiesta judía de pentecostés-, buscando comprender mejor y prepararnos con mayor profundidad en esta maravillosa experiencia del Don de la Alianza Definitiva.

Ojalá, a imagen de la Santísima Virgen María nosotros también tengamos un estilo de vida cotidiano que sea vivir un Pentecostés perenne que nos haga mejores seres humanos y más serios seguidores del Señor de la Vida.